viernes, 4 de diciembre de 2009

ROMÁNTICA

Cuando naces bajo el signo de tauro ya se te presuponen una serie de atributos entre los cuales se incluye el romanticismo y la pasión. Pero no resulta sencillo ser romántica, mucho menos en los tiempos que corren.

No te creerías la canción que suena ahora mismo, mientras escribo sobre este tema. ES DE LIONEL RICHIE, nada menos!!! jajaja!! Pero qué le voy a hacer, siempre estuve enamorada del amor. Simplemente, no sé vivir sin estar enamorada sin poner pasión en mis relaciones, en mi día a día.

Alguien me dijo hace poco que me entrego demasiado, pero así es como yo entiendo el amor, es como soy en todos los aspectos de mi vida. Vivo intensamente e intento dar lo mejor de mí, pero no sé por qué en muchos momentos pienso que me estoy equivocando, que me meto en historias complicadas y que me cargo demasiado, que me implico demasiado.

Una vez, tras uno de mis "fracasos amorosos" decidí que las cosas iban a cambiar, que iba a ser mucho más fría que elegiría a alguien guiándome por la cabeza y la verdad es que eso me hizo bastante feliz durante un tiempo, pero no conseguí llenar un vacío que tenía dentro de mí y eso me llevó al estremo de no saber ni quién era, de no reconocerme a mí misma. Así que la historia terminó y me aboqué a nuevas historias, complicadísimas, por supuesto.

Hace un par de días, mi madre (en una de esas lecciones magistrales que nos dan las madres) me dijo que lo que yo estoy buscando es muy difícil. Que no es fácil enamorarte de alguien y que luego de ahí resulte una relación harmoniosa. Me enfadé muchísimo con ella!!

No!!! pero me estás diciendo que puede que no consiga lo que he soñado desde niña?!! Lo que ocupaba mis pensamientos de adolescente al acostarme y lo que me mueve a levantarme de la cama cada día?! Me estás diciendo que es posible que me quede con las ganas?!! Es que siempre tan negativa!!

Pues bien, hoy tras romper mi tercera relación consecutiva me he dado cuenta de que mi madre tenía razón, TODA LA RAZÓN y he comprendido muy bien lo que quería decirme. Resulta que va a ser por eso que hay tantos divorcios, tantas relaciones pasajeras y las cosas están como están por lo que al amor se refiere.

Viene a ser que en la vida hay tres posibilidades: las inmensamente afortunadas personas que encuentran al amor de su vida, a la famosa media naraja (muy poquitas, por cierto), las que consiguen que tras enamorarse la cosa funcione. Luego están, las que se conforman, aquellas que se acomodan y se han perdido una de las dos cosas, o no están o han estado enamorados, o tienen una convivencia tortuosa, pero la aguntan agarrados al gran amor que sienten o han sentido por el otro. Y finalmente, tenemos a los incansables buscadores, entre los cuales me incluyo.

Somos aquellos, que "sabemos lo que queremos" y no nos conformamos con menos. Así que puede que tengamos suerte y que lo consigamos. Puede que nos pasemos la vida saltando de una relación a otra o nos quedemos solos. O puede que la idea de lo que queremos acabe siendo tan distorsionada que no seamos capaces de ver lo que tenemos ante nuestros ojos.

Pero al fin, tras años, tras una vida entera de dedicación y sufrimientos, he entendido algo muy muy importante: lo importante es divertirse por el camino tomes la opción que tomes, y disfrutes del paisaje.

Y así va a ser mi vida a partir de 2010, a la aventura de mi búsqueda, a la caza de mi sueño, pero desde el placer de perseguirlo, que si no, no servirá de nada. Y al final qué es la vida sino la persecución de lo anhelado?!

Feliz año nuevo.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

EL SENTIDO DE LA VIDA

No te has preguntado nunca que esperas de la vida? seguro que sí. Yo creo que todos lo hacemos en algún momento de nuestra vida, aunque algunos lo hacemos mmmuy a menudo, quizá demasiado.

Recuerdo a mi profesor de filosofía de tercero de BUP, Carlos, se llamaba. Era el profe más guay. Era joven y enrollado, nos dejaba fumar en clase y siempre hacíamos debates, no le gustaba limitarse a soltar el rollo.

Pues, bien, resulta que un buen día a Carlos se le ocurrió que habláramos en clase sobre el sentido de la vida, tema filosófico por excelencia. La mayoría de mis compañeros mostraba una actitud pasota, muy propia de un adoloscente, pero para mí fue un momento de vital importancia. Por fin, se materializaba, llegaba el momento de concretar un tema que rondaba por mi cabeza desde hacía ya un montón de años, pese a mi corta edad.

Así que llegó mi turno y tuve que expresar lo que pensaba al respecto. Tiene sentido la vida? Te preguntarás cuál fue mi respuesta, supongo. Mi respuesta fue que cada quien debe buscar un sentido a su vida. Y ahí empezó mi mayor afán y mi mayor trampa. Me empeñé en encontrarle un sentido a mi vida y empecé a buscar, a escudriñar mi interior, busqué en el interior de mis amigos, mi familia, en las películas, en los libros, en la política, en la naturaleza...EN TODAS PARTES!!! Y sabes qué? Todavía no lo encontré, pero empiezo a pensar que me estoy cansando de buscarlo. Resulta demasiado agotador.

Quizá buscar esta respuesta es como buscar novio: es algo que cuanto más buscas menos encuentras, o quizá das con los novios equivocados. Con lo que me digo a mí misma, si no será mejor ocuparme en otros temas y dejar que la respuesta llegue si quiere, si se dan las circunstancias. Si no llega, al menos habré disfrutado, quizá mi vida habrá tomado sentido con el mero hecha de vivirla sin más, de respirarla, de fijarme en sus detalles y en su grandeza, en su belleza, en esas pequeñas cosas tan famosas y tan olvidadas por muchos en pro de las grandes reflexiones y hazañas. El sentido de logro empieza a desvanecerse ante mis ojos y con el me predispongo a poner tipex o mejor a borrar esa palabra colosal, pesada, perturvadora, molesta, antipática y chinchona de la que te hablaré otro día: LA AUTOEXIGENCIA.

Ante todo no olvides supervitaminarte y mineralizarte, es decir, DISFRUTA COMO UN ENANO TODO LO QUE PUEDAS.